martes, 26 de agosto de 2014

Kirguistán, las Montañas del Cielo

 Kirguistán es un pequeño y hermoso país que alberga los dos sistemas montañosos más grandes de Asia Central: Tian Shan ("las montañas celestiales"), en la frontera con China,  y el Pamir al sur. Varios sietemiles se alzan allí:  Ibs Sina (antes Pico Lenin, 7.165m), Jengish Chokusu (antes Pobeda, 7.439m) y Khan Tangri (6.995m). De los glaciares de sus cumbres mana un agua que se desliza entre bosques y desfiladeros, forma lagos y ríos impetuosos, y da vida a los campos, antes de perderse en el fértil valle de Fergana...

 
 
  Son algo más de cinco millones de habitantes, en un territorio que es aproximadamente la mitad de la Península Ibérica.
  La mayoría de su población es de etnia kirguís, un pueblo nómada originario de Siberia  que fue emigrando hacia el sur, huyendo del empuje de los mongoles. Su lengua es del grupo turco, y la religión mayoritaria es musulmana suní, aunque persisten vagamente creencias animistas. Gran parte de ellos siguen practicando el pastoreo nómada. Cuando comienza el deshielo, familias enteras abandonan las aldeas de los valles y se encaminan a las tierras altas con sus rebaños (ovejas, vacas, caballos), en busca de los mejores pastos (jailoo). En verano, las orillas del lago Song Kol se encuentran salpicadas de yurtas...
 
 
 La bandera de Kirguistán presenta un disco solar, dentro del cual se representa un tunduk, la parte central del techo de la yurta kirguís.
 
 
  La tradición oral cuenta con una epopeya,"Manas", un poema épico que relata las hazañas de Manas, sus descendientes y seguidores, quienes pelearon contra los chinos en el siglo IX para mantener la independencia kirguís. Es recitado por los manaschi, y se encuentra en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
 
 
 
 Al igual que los kazajos, los kirguises siguen practicando hoy en día la cetrería, la caza con águilas.
 
 
 Y existe un juego tradicional, el Ulak Tartysh, en el que dos grupos de jinetes compiten por la posesión del cuerpo de una cabra decapitada. El que logra recogerla del suelo debe ser capaz de llegar hasta una estaca cercana, rodearla y regresar al punto de partida, depositando el cadáver en un círculo marcado sobre la tierra. Todo ello realizado con la ayuda de los miembros de su equipo, con los cuales puede relevarse, teniendo que evitar que los jinetes del equipo rival les arrebaten el animal...
 Se supone que el origen de todo esto se encuentra en los lejanos tiempos en los que los pastores nómadas vigilaban desde sus cabalgaduras la aparición de los lobos que amenazaban  sus rebaños. Cuando se aproximaban, salían a su encuentro al galope y dispersaban la manada. Si algún lobo era acorralado, lo golpeaban con palos hasta causarle la muerte. Después se entretenían tratando de quitárselo los unos a los otros...
 
 
 
 Kirguistán está lleno de parajes de ensueño. El más famoso es el lago Issyk Kul, el segundo mayor lago de montaña del mundo, después del Titicaca, con 180 km de longitud y 60 km de anchura. Una corona de cimas nevadas lo bordea, y aunque la temperatura en invierno puede bajar de -40ºC, las aguas del lago nunca se congelan. Sus playas de fina arena lo convierten en un frecuentado lugar de veraneo, aunque la orilla sur se mantiene aún a salvo del turismo de masas.
 
 
  El Parque Nacional Ala Archa, al sur de Bishkek, la capital, aglutina veinte glaciares entre sus escarpados picos de montaña.
  Sary Chelek, declarado Reserva de la Biosfera de la Unesco, cuenta con seis lagos de montaña.
  El desfiladero Jetty-Oguz está formado por el río del mismo nombre, que desemboca en el Issyk Kul (y hemos leído que hay leopardo de las nieves...)
Y Arslanbob guarda más de 130 especies de árboles, cascadas y desfiladeros. Sus viejos nogales dicen que proporcionaron las nueces que Alejandro Magno llevó a Grecia, introduciendo así los nogales en Europa...

 
 
  En la ciudad de Osh se encuentra la montaña Sulaiman, declarada Patrimonio de la Humanidad, un lugar de peregrinación para los musulmanes (en su cima hay una mezquita del S. XV); y no se puede pasar por alto su mercado, recuerdo vivo de lo que significó la Ruta de la Seda.
  Más restos de la vieja vía comercial: de la antigua ciudad de Balasagún queda poco más que la torre de Burana, un minarete del S.XI (inicialmente de unos 45m de altura, el paso del tiempo lo ha reducido a los 25m actuales). Existe también un cementerio, cuyas últimas lápidas datan del S. XV, cuando la ciudad fue definitivamente abandonada.
 
 
  Y el fundamental, Tash Rabat, un caravanserai en los lindes ya con China, a 3.500m de altitud, en un valle entre montañas peladas, que se ha mantenido casi inalterado desde el S.XV. Fue refugio y descanso para los antiguos comerciantes, y espero que nosotros lleguemos a pernoctar junto a sus muros...
 
 
 
 
  En el último capítulo de "El corazón perdido de Asia", Colin Thubron describe una ruta al este de Issyk Kul, siguiendo el valle del río Tiup. Casi en la frontera con Xinjiang, en el fin del mundo, en un valle desnudo,encuentra un kurgan, un túmulo: el sepulcro de algún jefe escita o turco. Junto a él, una colina de piedras. Se dice que Tamerlán, al pasar por allí con su ejército, ordenó que cada soldado cogiera una roca y la apilara a su paso. Años después, a su retorno, cada hombre se llevaría una piedra a Samarkanda, y las que quedaran se convertirían en un cenotafio a los caídos. Quizás queden allí cincuenta mil piedras...
 
 
   Montañas rocosas, muros de la Edad Media y piedras apiladas, cómo voy a disfrutar en Kirguistán...